Biografía

Alicia Rosario Pérez Penalba nació el 9 de agosto de 1913 en San Pedro, provincia de Buenos Aires, ciudad en la que residió junto con su familia por apenas dos años.
Sus padres, Santiago Pérez (Zaragoza, 1879) y Remedios Penalba (Valencia, 1889), se casaron en España y luego se radicaron en la Argentina.
Un año antes que Alicia había nacido su hermana Josefina.
Su padre trabajaba en Ferrocarriles Argentinos, razón por la cual itineraron por varias ciudades entre la región de Cuyo, la Patagonia y Chile.

Su padre fue trasladado a una pequeña localidad llamada Corral Chico, en la provincia de Río Negro, en
plena Patagonia. En numerosas oportunidades Penalba declaró la importancia que tuvo la experiencia
del paisaje patagónico en la génesis de su obra.

Un nuevo traslado de su padre llevó a la familia a la ciudad de San Juan.
En una extensa entrevista que le realizó Luis Lozada Soucre en 1978, en ocasión de su exposición
retrospectiva en Caracas, recordó sobre su juventud en esa ciudad:
Decidí salir de casa y buscarme una beca para estudiar en Buenos Aires. Para los efectos le escribí al
Gobernador de mi provincia [San Juan], donde le pedí una entrevista.

La artista recordó este episodio traumático para su familia como un momento de inflexión en su vida:
Pero la oposición de mi familia [sobre su deseo de realizar estudios de arte en Buenos Aires] hubiera subsistido a no ser por un hecho trágico: hacía apenas un año, uno de mis hermanos a los 17 años se había suicidado. Mis padres habían quedado tan doloridos y aterrados que prefirieron no oponerse más. Ese hecho acabó con cualquier matiz de reticencia. Así pues, mi primer trabajo fue de escribiente, redactando actas de nacimiento, etc. […] Fue entonces cuando se decidió mi destino; decidí romper el maleficio de la casa paterna, huir sola lejos como tantas veces desde pequeña lo había soñado intentando la independencia total
de mis actos, dejando mis manos hacer y deshacer…

Comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”. Asistió de manera regular al taller de Pintura y al curso de Estética. Sin embargo, al término de ese mismo año debió abandonarlos porque su trabajo le insumía mucho tiempo. Recién los retomó una década más tarde.
A pesar de no continuar con sus estudios formales, siguió muy activa y al año siguiente fue parte del XIV Salón de Otoño de Rosario.

Murió su padre.
Retomó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova” y cursó con continuidad hasta 1946. Emilio Centurión fue, entre sus profesores, a quien mejor recordaría.
Por entonces admiraba a Cézanne, los Fauves, Lino Enea Spilimbergo y la tradición de los muralistas mexicanos.